viernes, 9 de septiembre de 2016

Mari (diosa vasca)

Hola a todos. Hoy os hablaré de Mari o Maddi que es el numen principal de la mitología vasca pre cristiana. 

Mari es una divinidad femenina que vive en todas las cumbres o cimas de las montañas vascas. Tiene distintos nombres según la montaña donde ella habite. Por ejemplo: la más importante de sus moradas es la cueva de Anboto, a la que se conoce 'Cueva de Mari' ( Mariren Koba o Mariurrika Kobea), que le da el nombre a Mari de ''Mari de Anboto''. También se encuentra en la mitología aragonesa como Maribuena. 

La cultura vasca es anterior al cristianismo, y se duda de que este nombre tenga relación con el diminutivo cristiano de María.

Se la conoce también con los apelativos de bruja, señora o dama. Entre éstas podemos nombrar a la Mari de Txindoki, a la dama de Aralar, a la dama de Anboto o bruja de Anboto, a la señora de Arrobibeltz, a la bruja de Aketegi...

Mari representa la Madre Tierra, es la reina de todo lo natural.

Es la guardiana de las cuevas, lagos, puentes, pasadizos subterráneos y diversos accesos al interior de la tierra. También regenta el cielo y los vientos.

Se la representa como una mujer, en forma de caballo con nubes, una mujer de fuego, mujer híbrida de árbol, mujer con patas de cabra o garras de ave rapaz, o como una mujer con larga cabellera rubia y vestido verde.

Mari está acompañada de un carnero. Animal importante en la brujeria tradicional europea, que como los ciervos o los toros tiene habilidades psicopómpicas y que por supesto está relacionado con el Maestro Astado. También llamado Cernunnos, Herne, Diablo, Odín, Viejo Nick, Fauno, Pan, Dioniso, Baco, Rey Rojo, Santa Claus...

Al igual que Hékate, es la manifestación de la fuerza telúrica de la Tierra, por eso habita en las cuevas, donde las brujas se reunían con sus aquelarres. También es la reina de Elphame, donde habitan las Fae y los Shide. 

Su consorte es Maju o Suggar (es una deidad de carácter masculino que puede cambiar de forma) y sus asistentes las sorginas (Sorgina quiere decir bruja en euskera). También tiene dos hijos: Mikelatz (el hijo perverso) y Atarrabi (el hijo bondadoso) que están siempre enfrentados. 

Algunas leyendas sobre Mari:

El compromiso con el diablo

Distintas leyendas cuentan el origen de Mari; la más conocida dice que en una familia sin descendencia la mujer deseaba como fuese tener un hijo, a pesar de que a los veinte años se le tuviese que llevar el diablo, y al fin quedó embarazada de una hermosa niña. Días antes de que la muchacha cumpliera los veinte años su madre la encerró en una caja de cristal y la vigiló día y noche, esfuerzo inútil, ya que el mismo día de su cumpleaños el diablo, rompiendo la caja, se la llevó consigo a la cima del Amboto, donde habita desde entonces.
Otra de las leyendas sobre la procedencia de Mari, de la cual existen distintas versiones, cuenta que una madre y una hija vivían juntas. Un día la madre, enfadada, maldijo a la muchacha diciéndole: «Ojalá te lleve el diablo». Al decir esto apareció el mismo diablo y se la llevó, y la dejó vagando por los montes de la zona para siempre.
En otras versiones de esta leyenda la maldición de la madre es distinta: "Ojalá vueles por los aires tantos años como granos tiene una fanega de alubias rojas".

Eguzkilore


Gaueko ("de la noche"), el dios de las tinieblas, se decía que comía pastores y ovejas, y por ello se le temía. Por el miedo que inspiraba a los que allí vivían, los humanos pidieron a Mari que los ayudase. Ella les bendijo con la luz de su primera hija, Ilargi (la luna), pero su luz era insuficiente y los humanos pidieron de nuevo a Mari su ayuda, esta vez la Diosa les bendijo con su segunda hija, Eguzki (el sol). Pero la noche siguió siendo peligrosa, y Mari bendijo con su protección cualquier morada que tuviese unaEguzkilore ("flor sol", Carlina acaulis, flor parecida al cardo muy abundante en el País Vasco) en la entrada, si algún espíritu maligno pretendía entrar en la casa y encontraba una Eguzkilore, tenía que pararse para contar los numerosísimos pelos o brácteas de la inflorescencia y el día le sorprendía sin haber terminado su tarea.





No hay comentarios:

Publicar un comentario